Menudico: diciembre 2008

Vela huevos fritos

MATERIALES

- vela de santos
- ceras
- papel de aluminio
- plastilina
- pintura dorada y marrón
- cúter o cuchillo
- goma laca
- media pelota de ping-pong
- un platito o tartera de barro

Poner un trozo de papel de aluminio para que haga de base. Hacer un molde con la plastilina, con un rodillo dejándola plana y luego se hacen unos cortes con el cúter con forma de patata frita. Presionar un poco para que se pegue al papel y no se salga la cera. Poner la cera al baño María y poner color amarillo, llenar los moldes con cuidado.

Así quedan por detrás.

Romper el molde y sacar las patatas cuando aún no estén sólidas del todo y darles forma con los dedos.

Dejarlas enfríar y rascar con cuidado la plasti que haya quedado pegada. Se puede usar en blanco para que se vea menos pero hay que rascar igual.

Con el papel de aluminio hacer una bandeja con forma de ocho y arrugar los bordes alrededor más o menos 1 cm. Preparar más cera de color blanco, llenarlos y dejar enfríar. Luego pintar la puntilla del huevo con color dorado y marrón. Para las yemas llenar la media pelota de ping-pong con cera naranja y pegarlas a los huevos con una gotita de cera. Hacer con un palito el agujero de la mecha. Pegar los huevos al plato con otro poco de cera.

Colocar las patatas también con cera teniendo cuidado de que no se vean las gotas. Preparar cera roja para el tomate y echarlo por encima. Así se sujeta mejor y se tapan las posibles gotas feas.

Dar una capa de goma laca y dejar secar muy bien, la goma laca es al alcohol y se evapora enseguida pero hay que tener en cuenta que es una vela. Me la aconsejaron en la tienda de manualidades, no conozco ningún barniz para velas, los que son al agua no se pegan y los sintéticos son inflamables porque llevan base de aceites y no me fío. La goma me parece más segura porque al secarse no queda rastro del alcohol.

Velas nueces

MATERIALES

- vela de santos
- limones
- palitos de brochetas
- gomas
- ceras

Partir el limón, vaciarlo, con cuidado de no raspar lo blanco, es lo que le da la textura de nuez y hacer un agujero en una de las mitades.

Poner la cera al baño María y añadir color con las ceras. Intentar hacerlo lo más parecido posible, no como yo que parecen de chocolate. También se pueden pintar después para que se parezcan lo más posible. Lenar el molde sin agujero.

Raspar los bordes para limpiar la cera sobrante para que encaje bien la otra mitad del limón.

Sujetarlo con unas gomas.

Clavar las brochetas en el centro para poner luego la mecha.

Llenar hasta arriba y dejar enfríar.

Quitar las gomas, desmoldar con cuidado y poner la mecha. No hace falta poner desmoldante o aceite, la cera no se pega y sale muy bien porque el limón es flexible.

Pueblo

Este pueblo lo hizo mi padre, de ahí me viene la afición a los trabajos manuales. Le gustaban más la marquetería, recuerdo joyeros, despertadores, lámparas, un billar mini que se podía jugar con canicas y no se cuántas cosas más, y las maquetas de barcos. Incluso con algún avión se atrevió, pero no tuvo éxito porque sólo tuvo un despegue y un aterrizaje, el pobrecillo quedó "nuevo" en su estreno. Luego si hizo uno sin motor, de los que vuelan girando una goma y anda que no jugamos mi tato y yo con él. Si las cosas simples suelen ser las mejores.

Barcos

Estos también barcos los hizo mi padre, pero me parece un trabajo dificilísimo. Sólo los arreglé y ya tuve bastante para muestra, si tuviera que hacerlos no sabría por donde empezar.
El de delante es el Oleron, un pesquero y el de atrás el Santa Helena, un remolcador. Tenían los mástiles rotos y con un traslado se terminaron de "arreglar" y eso que los envolví bien. En el pueblo de mi padre hay un niño que le gustaban sus barcos y le dijo que ya le daría uno, pero mi padre murió y al final no le dio ninguno, así que arreglé el Oleron para él y le puse de nombre Daniel como el nene. El otro lo tiene mi tía Carmen, su hermana.

Y aquí un barco del Mississippi. Siempre le decía que ese barco tenía dueña, o sea yo, pero después de arreglarlo se lo regalé a mi tía, que seguro que lo disfrutará más siendo de su hermanico José Luis.

Este no estaba muy mal, tenía las chimeneas despegadas pero al estar sujetas con los cabos no se rompieron. Las barandillas si tenían dos kilos de pintura y le faltaban algunas piezas que repuse de compra y la pieza de entre las chimeneas no la encontraba y le hice una con alambre y mucha paciencia, la pegué y apareció la original en una caja, puñetera Ley de Murphy.